La primatóloga más famosa del mundo, Jane Goodall, viaja 300 días al año
por distintos países para difundir su mensaje en defensa del medio ambiente. El
7 de mayo estuvo en Bruselas, a finales de mes estará en Sídney y estos días ha
estado en Barcelona. A sus 80 años -cumplidos el pasado 3 de abril- la
primatóloga, que inició sus investigaciones de 1960, se muestra incansable: ``Recibí un regalo, la comunicación, pero cada vez
tengo menos años para usarlo. Tengo que hacer más ahora que puedo´´. Goodall está convencida de que no faltan motivos para seguir con su
lucha: ``Veo
al planeta destruido en todas partes ya la gente joven perdiendo la fe en el
futuro´´, lamenta.
Con motivo de su reciente aniversario, Goodall ha pronunciado hoy en el
museo CosmoCaixa de Barcelona la conferencia Una vida dedicada a la ciencia y a la protección de la
naturaleza, con un mensaje claro: "estamos destruyendo
este planeta, nuestro único hogar". En opinión de la primatóloga,
"queremos más de lo que necesitamos, y eso no es sostenible". Goodall ha citado a Mahtama Gandi para recordar
que ``en la Tierra hay recursos para satisfacer las necesidades de todos, pero
no suficiente para satisfacer su avaricia´´. Goodall
confía en los jóvenes para "ayudar a la gente y a los animales y hacer del
mundo un lugar mejor". En este sentido, el Instituto Jane Goodall impulsa
el programa Roots&Shoots, que busca fomentar la empatía por todos los seres vivos entre
"los futuros políticos, hombres de negocios o profesores".
Goodall ha enfatizado que para salvar a las especies amenazadas en
África, como los chimpancés, no basta con programas de recuperación, sino que
es necesario fijarse en las condiciones de vida de los habitantes humanos del
continente. ``¿Cómo
podemos salvar a los chimpancés si la gente que vive del bosque en países como
la República Democrática del Congo o Tanzania pasa por tiempos difíciles?´´, reflexiona. En su opinión, es necesario mejorar las condiciones de
vida, la educación y la sanidad de los africanos para que puedan explotar los
bosques de forma sostenible y aprendan a apreciar a los chimpancés. Goodall
pone como ejemplo el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, donde estableció un
centro de investigación en 1991 y cuya biodiversidad ha mejorado sensiblemente
junto con las condiciones de vida de las aldeas locales.
Fuente: http://www.elmundo.es/cataluna/2014/05/13/537253bc268e3e56508b4584.html
María Ortega Losa
María Ortega Losa
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