domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Un nuevo planeta en nuestro Sistema Solar?

El planeta, demasiado lejano como para ser detectado por telescopios, delata su presencia al «alterar las órbitas de los objetos del cinturón de Kuiper», afirma Rodney Gomes, astrónomo del Observatorio Nacional de Brasil, en Río de Janeiro.
Los cuerpos del cinturón de Kuiper son pequeños objetos helados, incluidos algunos planetas enanos, que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno.

El planeta enano Plutón, por ejemplo, considerado una vez el noveno planeta de nuestro Sistema Solar, es uno de los cuerpos más grandes del cinturón de Kuiper, con 2.300 kilómetros de diámetro.
Hay otros cuerpos de cientos de kilómetros, y se descubren más cada año.
Según Gomes, lo curioso es que, basándose en sus nuevos cálculos, aproximadamente media docena de cuerpos del cinturón de Kuiper, incluido el lejano Sedna, se encuentra en órbitas extrañas, si lo comparamos con dónde deberían estar según los modelos existentes.

«La situación de sus órbitas tiene varias posibles explicaciones», señala Gomes, que presentó su descubrimiento el martes en una reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Oregón (Estados Unidos).

«Pero creo que la más sencilla es la existencia de un planeta que orbita muy lejos del Sol pero que es suficientemente masivo como para provocar efectos gravitacionales en los cuerpos del cinturón de Kuiper».

Expulsado y atrapado por el Sol

Para su estudio, Gomes analizó las órbitas de 92 cuerpos del cinturón de Kuiper y comparó los resultados con simulaciones por ordenador de cómo debían estar distribuidos los objetos con y sin el nuevo planeta.

Sin él, la conclusión del científico fue que las simulaciones no producen las órbitas tan alargadas como las que vemos en seis de los cuerpos.

Lo que no está claro es cómo de grande sería exactamente el planeta, pero hay muchas posibilidades, según Gomes.
Basándose en sus estimaciones, Gomes cree que encajaría la idea de un planeta del tamaño de Neptuno, de unas cuatro veces el tamaño de la Tierra, que orbitaría a 225 mil millones de kilómetros del Sol (aproximadamente 1.500 veces más lejos que la Tierra).

También podría tratarse de un cuerpo del tamaño de Marte (aproximadamente la mitad del tamaño de la Tierra), en una órbita alargada que llegaría a acercarlo a 8 mil millones de kilómetros del Sol.

Gomes también especula sobre la posibilidad de que el misterioso objeto sea un planeta solitario expulsado de su propio sistema solar y capturado después por la gravedad del Sol; o podría haberse formado cerca de nuestro Sol y haberse alejado como resultado de los encuentros gravitacionales con otros planetas.

En cualquier caso, encontrarlo es todo un reto.

En primer lugar, se trataría de un planeta muy apagado, y hay que tener en cuenta que las simulaciones llevadas a cabo por el equipo no proporcionan ninguna pista para saber hacia dónde dirigir los telescopios. «Podría estar en cualquier sitio», afirma Gomes.

Sin pruebas definitivas

Otros astrónomos se muestran intrigados con el descubrimiento, pero afirman necesitar más pruebas antes de aceptar que nuestro Sistema Solar vuelve a tener nueve planetas.

«Encontrar un nuevo planeta es algo muy importante», afirma Rory Barnes, astrónomo de la Universidad de Washington (Estados Unidos). «Pero creo que no hay ninguna prueba que demuestre su existencia».

En cualquier caso, añade, Gomes «ha encontrado la forma de determinar cómo sería un planeta así, y aunque no hay pruebas, nos ha mostrado la forma de encontrarlas».

Douglas Hamilton, astrónomo de la Universidad de Maryland, también en Estados Unidos, está de acuerdo en que los hallazgos no son definitivos.

¿HAY PLANETAS POR DESCUBRIR EN NUESTRO SISTEMA SOLAR?
«Lo que ha encontrado es la posibilidad, todavía no hay pruebas definitivas».
Y Hal Levison, astrónomo del Southwest Research Institute, en Boulder, Colorado (Estados Unidos), afirma no estar seguro de qué hacer con los hallazgos de Gomes.
«Resulta sorprendente que un cuerpo tan pequeño como Neptuno pueda tener esos efectos», señala.
«Pero conozco a Rodney, y estoy seguro de que habrá llevado a cabo sus cálculos correctamente».


Un planeta todavía sin descubrir podría orbitar en los oscuros límites del sistema sola...que nos deparará el futuro.
Noelia Martínez
1ºBach.C

Descubren el «lubricante» de las placas tectónicas

La corteza terrestre está dividida en fragmentos, balsas de roca sólida que flotan sobre un océano de magma de una forma similar a como las placas de hielo lo hacen sobre el agua. Las placas chocan entre sí, se superponen, se rozan y deforman unas a otras dando origen a nuevas cordilleras montañosas, pero también a violentos terremotos, que se concentran y son de mayor intensidad precisamente en las zonas de fricción.
 Descubren el «lubricante» de las placas tectónicas
Ahora, el hallazgo de esta capa de «lubricante» de roca fundida, que suaviza y facilita la interacción de las placas tectónicas y hace posible que se deslicen sobre el manto, puede ayudar a comprender muchos de los principios básicos de la geología de nuestro planeta, entre ellos el vulcanismo y los terremotos.
Los investigadores descubrieron la capa de magma bajo las aguas de América central, a la altura de Nicaragua. Utilizando técnicas especiales de mapeo del fondo marino, obtuvieron imágenes de una capa de unos 25 km de espesor, hecha casi por completo de roca fundida del manto terrestre y justo bajo el borde de la placa de Cocos, precisamente en el punto en que ésta se desliza por debajo de Centroamérica.
Las imágenes se obtuvieron durante una expedición llevada a cabo en 2010 a bordo del buque Melville, propiedad de la Marina de los Estados Unidos y operado por científicos de la Institución Scripps. Lo primero que hicieron los investigadores fue desplegar un gran número de instrumentos en el fondo del área estudiada, capaces de registrar las señales electromagnéticas naturales de la zona y reflejarlas en un mapa de la corteza y el manto. Fue así como descubrieron la sorprendente existencia de la capa «lubricante» de magma.
«Fue algo totalmente inesperado -asegura el geofísico Kerry Key-. Buscábamos hacernos una idea del papel que tienen los fluidos en la subducción de placas, pero descubrimos una capa fundida que no esperabamos encontrar allí en absoluto. Fue algo realmente sorprendente».
Durante décadas, los investigadores han debatido sobre la naturaleza de las fuerzas y de las circunstancias que permiten a las placas tectónicas del planeta deslizarse a través del manto terrestre. Algunos estudios muestran cómo el agua disuelta en los minerales que forman las capas superiores del manto contribuye a crear una capa más dúctil y que facilita el movimiento de las placas que se deslizan encima. Pero nunca ha sido posible recopilar datos suficientes como para confirmar (o desmentir) esta teoría.
«Nuestros datos dicen que el agua no puede ser responsable de las características que observamos -asegura por su parte Samer Naif, autor principal del estudio-. La información obtenida de las nuevas imágenes confirma la idea de que se necesita una cierta cantidad de roca fundida en el manto superior y que es esa roca la que en realidad hace posible esta zona dúctil y a través de la cual las placas pueden deslizarse».
Los investigadores sostienen que sus resultados ayudarán a los geólogos a comprender mejor cómo funcionan los bordes de las placas tectónicas y cómo influyen en los terremotos y el vulcanismo.

 Este hallazgo puede ayudar a comprender los principios básicos de la geología.
Noelia Martínez
1ºBach.C
Astrónomos descubrieron ondas sonoras que emergen del núcleo de una estrella gigante roja, dentro del proyecto Kepler Asteroseismic Science Consortium (KASC) que utiliza los datos del telescopio espacial Kepler para captar oscilaciones estelares que aportan información de la composición de estos cuerpos celestes.

La disciplina de la asterosismología estudia estas oscilaciones estelares que presentan un panorama detallado del interior de las estrellas. La detección de las ondas pueden indicar las condiciones del núcleo "como una ventana abierta al infierno oculto en los recovecos de las estrellas".


Contrario a lo que popularmente se conoce, la misión Kepler de la NASA no sólo se encarga de buscar exoplanetas que puedan tener vida. En su recorrido la sonda también indaga información de las estrellas y constelaciones.

Las ondas que se captaron atravesaron la estrella gigante roja, hicieron un largo recorrido desde las profundidades estelares, traspasando su material denso, su relevancia es que hasta ahora sólo se conocían las oscilaciones que se daban en la superficie, indicó la NASA en su página web.

"Teniendo una visión del interior de estas gigantes rojas nos enseñará exactamente que pasa en nuestro Sol cuando creció y envejeció", dijo Paul Beck, doctorante de la Universidad Leuven en Bélgica que integra el grupo de investigadores jóvenes que tienen la oportunidad de trabajar con los datos del Kepler.

Beck y Tim Bedding de la Universidad de Sydney, y Marc-Antoine Dupret de la Universidad de Liège fueron los primeros en notar que estas oscilaciones actuaban distinto a las que se conocían. Luego de comparar sus observaciones con modelos teóricos encontraron que éstas provenían del centro de la estrella.

Las ondas que Kepler captó captado son variaciones minúsculas del brillo estelar que son la manifestación de oscilaciones o vibraciones que se producen por ondas acústicas -sonido- atrapadas en el interior de las estrellas.

Antoni Jiménez, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y uno de los dos coautores españoles, junto a Clara Régulo, lo explica con una metáfora musical:

"El espectro de vibración de un violín es distinto al de un saxofón u otro instrumento. Escuchando la música podemos identificar qué instrumento es y del mismo modo, escuchando los sonidos de las estrellas podemos conocer sus características", dijo al diario español El Mundo.

Los espectros sonoros indican el radio de la estrella, su masa o estado evolutivo. Cada etapa en la que se encuentren estos cuerpos emite distinta onda.

El equipo del KASC se compone por más de 440 astrónomos especializados en la investigación del interior de las estrellas. Sus oficinas principales están en Aarhus, Dinamarca.

"Astrónomos de todo el mundo están participando en este enorme esfuerzo para sacar el mayor provecho de los datos del Kepler para entender el interior de las estrellas. La información que proporciona es increíblemente precisa, tanto que muestra cosas que nunca se habían visto", dijo Hans Kjeldsen de la Universidad de Aarhus y coordinador del KASC.

 Gracias a nuevos aparatos de investigacion podemos llegar a captar y distinguir algo tan complejo como las ondas sonoras que emite el núcleo de una estrella.

Noelia Martínez
1ºBach.C

El carbono profundo del subsuelo pudo influir en la vida en la Tierra

Científicos de la Universidad Johns Hopkins afirman que el carbono profundo debajo de la superficie de la Tierra podría haber influido en la historia de la vida en la Tierra.
   El equipo también desarrolló una nueva teoría relacionada sobre cómo se forman los diamantes en el manto de la Tierra.
   Durante décadas, los cientificos han tenido poco conocimiento de cómo se había comportado el carbono profundo por debajo de la superficie de la Tierra, incluso a medida que aprendían más y más sobre el papel vital de este elemento en la corteza del planeta.
   Usando un modelo creado por el geoquímico Dimitri Sverjensky, este investigador y sus colaboradores se han convertido en los primeros en calcular la cantidad de carbono y de qué tipo en fluidos a 150 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra y a temperaturas de hasta 1.150 grados centígrados.
   En un artículo publicado en Nature Geoscience, Sverjensky y su equipo demuestran que además del dióxido de carbono y el metano profundos ya documentados en las zonas de subducción, existe una rica variedad de tipos de carbono orgánico que podría provocar la formación de los diamantes y, incluso alimento para la vida microbiana.
   "Es un muy emocionante la posibilidad de que de que esos fluidos profundos pudieran transportar bloques de construcción para la vida en la Tierra poco profunda", dijo Sverjensky, profesor en el Departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias. "Esto puede ser una clave para el origen de la vida misma".
   El modelo teórico de Sverjensky, llamado Deep Earth Water, permitió al equipo determinar la composición química de los fluidos en el manto de la Tierra, expulsados de placas tectónicas en descenso. Algunos de los fluidos, en equilibrio con los minerales de peridotita del manto, contenían el dióxido de carbono y el metano esperado. Pero otros, que están en equilibrio con los diamantes y minerales eclogiticos, contenían variedades de carbono orgánico disuelto, incluyendo un ácido acético.
   Estas altas concentraciones de carbono disuelto, cuyo cálculo era desconocida a gran profundidad en la Tierra, sugiere que están ayudando a transportar amplias cantidades de carbono de la zona de subducción que recubre la cuña del manto, donde es probable que alteren el manto y afecten al ciclo de los elementos volviendo a la atmósfera de la Tierra.
   El equipo sugiere que los fluidos del manto con variedades de carbono orgánico disuelto podría estar creando diamantes en una forma hasta ahora desconocida. Los científicos han creído durante mucho tiempo que la formación de diamantes se produce a través de reacciones químicas como resultado de procesos activados por el dióxido de carbono o el metano. Las variedades orgánicas del carbono ofrecen una gama de diferentes materiales de partida para las piedras preciosas.

Gracias a infinidad de investigadores cada vez estamos un paso más cerca de saber la verdadera historia de la vida de la Tierra....;)

Noelia Martínez 
1ºBach.C

sábado, 29 de noviembre de 2014

Hace 4 mill. de años no había hielo en el Polo Norte.

Barcelona, 28 nov (EFE).- Una investigación internacional en la que han participado científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha revelado que hace 4 millones de años no había casi hielo en el Polo Norte.
El estudio, que publica la revista "Nature Communications", muestra que el casquete de hielo en el Ártico no ocupó su extensión actual hasta hace unos 2,6 millones de años, lo que confirmaría las predicciones científicas que auguran que estamos viviendo actualmente un nuevo periodo en el que el hielo en el Ártico podría desaparecer durante el verano a lo largo de este siglo.


El trabajo, que ha sido llevado a cabo por investigadores de la UAB, de la Universidad de Tromsø (Noruega) y de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), ha estudiado la tendencia en la extensión del hielo del Océano Ártico entre hace 5,3 y 2,6 millones de años.
Se trata de la última vez que la Tierra experimentó un periodo largo de tiempo con un clima cálido de promedio, antes de que las edades de hielo comenzaran a alternar con períodos interglaciales suaves como el actual.
"El objetivo del trabajo es entender cómo será nuestro planeta en las condiciones de calentamiento global que se prevén para finales del siglo XXI, por lo que estudiamos el clima de la Tierra en el Plioceno, un período geológico hace 2,5 a 5 millones de años", ha explicado el profesor de la UAB Antoni Rosell, co-autor del estudio e investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea).
La investigación se ha basado en los datos extraídos de los sedimentos de un pozo excavado en el fondo marino en el noroeste de Spitsbergen, la isla más grande del archipiélago de Svalbard (Noruega), donde desde hace décadas estudian los sedimentos de los fondos marinos con fines científicos.

Spitsbergen, archipielago de Svalbard (Noruega)

A partir del análisis químico de los restos fósiles de unas algas microscópicas que viven en el hielo, y de microorganismos del agua, los investigadores han podido seguir las variaciones en las condiciones ambientales a lo largo del tiempo y conocer con precisión cuando llegó el hielo en esa zona concreta de los océanos.
Los investigadores piensan que el crecimiento de la capa de hielo hasta hace 2,6 millones de años se debió, en parte, a cambios en las corrientes oceánicas y al ascenso de grandes masas continentales que sucedieron en ese periodo.
Los cambios en las altitudes en muchas partes del Ártico, incluyendo Svalbard y Groenlandia, con la acumulación de hielo, estimularon la distribución del hielo también en la superficie del mar.
Además, según los científicos, se abrió el estrecho de Bering entre América y Rusia y se cerró el canal de Panamá en América central, y esto supuso un gran incremento de agua fría en el Ártico que también facilitó la formación de más hielo en el Océano Ártico.
Los científicos ya conocían que la evolución de la extensión del hielo del Ártico había sido siempre muy incierta, pero este trabajo muestra por primera vez cómo el hielo del Océano Ártico se formó antes de que se establecieran las masas de hielo continentales del hemisferio norte.
Según Rosell, los datos son "de gran interés", ya que el calentamiento actual está ligado a la derrota de la cubierta de hielo del Océano Ártico, de modo que los resultados se pueden utilizar como una herramienta en el modelado del clima para mostrar qué tipo de clima podemos esperar a finales del siglo XXI.
También servirá para mejorar los modelos climáticos de predicción actuales, que apuntan a que al final de este siglo, el Océano Ártico estará totalmente libre de hielo en verano, según Rosell.
Para los investigadores, no hay ninguna duda de que esta investigación será una de las herramientas de trabajo para elaborar los próximos informes del IPCC (el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas).


Fuente: yahoo noticias (ciencia) .

Informa Sarahbel Barokhel Palomino.


Solo el 10% de las Galaxias podrían albergar vida.


Justo cuando estábamos medio convencidos de nuestras capacidades tecnológicas para encontrar vida extraterrestre en el interior de nuestra galaxia, llegan dos físicos teóricos y lo ponen todo patas arriba con su último trabajo. Si están en lo cierto, tal y como acaban de publicar en Physical Review Letters, apenas un 10% de las galaxias que conforman el universo observable podrían ser susceptibles de albergar vida inteligente. Y lo que es peor, todas las búsquedas emprendidas por los proyectos SETI podrían haber estado dirigidas hacia el lugar equivocado.
lustración artística de una explosión de rayos gamma ocurrida en una región de nacimiento de estrellas. Crédito NASA Swift Mary Pat Hrybyk-Keith y John Jones (Wikipedia)
(lustración artística de una explosión de rayos gamma ocurrida en una región de nacimiento de estrellas).
El trabajo es obra de dos físicos teóricos, el profesor Tsvi Piran de la Universidad Hebrea de Jerusalén y nuestro compatriota y también profesor Raúl Jiménez Tellado de la Universidad de Barcelona. Según ambos, las galaxias pequeñas y jóvenes, ricas en zonas de nacimiento estelar, podrían verse bombardeadas regularmente por explosiones estelares devastadoras llamadas brotes de rayos gamma, que aniquilarían cualquier forma de vida más compleja que un microbio.
A causa de estos fenómenos destructivos, del total de 100.000 millones de galaxias que componen el universo observable, apenas un 10 por ciento podrían albergar vida compleja como la que vemos en la Tierra. Además, estos mismos procesos debieron hacer imposible que la vida compleja prosperase durante los primeros 5.000 años de vida del universo tras el Big Bang.
Los científicos llevan años preguntándose si los brotes de rayos gamma (compuestos de fotones altamente energéticos) podrían dañar a la Tierra. Descubiertos en 1967 por satélites diseñados para detectar pruebas nucleares en nuestro planeta, los astrofísicos se sorprendieron entonces alcontabilizar incluso uno al día. Existen en dos formas: cortos y largos, siendo estos últimos los más peligrosos ya que liberan hasta 100 veces más energía que los cortos.

¿Y por qué resultan tan peligrosos? Bien, si una de estas explosiones de rayos gamma se diera en las cercanías de la Tierra, la energía expedida nos freiría directamente. Pero ni siquiera estando relativamente lejos estamos del todo seguros, ya que al contacto con nuestra atmósfera, los rayos gamma generarían una serie de reacciones químicas capaces de destrozar nuestra capa de ozono. Sin esta capa protectora, los rayos ultravioleta de nuestro propio sol nos cocinarían a fuego lento, causando una mortandad masiva.
¿Y es probable que nos pase eso? Ambos autores han calculado la posibilidad de que algo así haya sucedido en nuestro planeta durante los últimos miles de millones de años con un sorprendente resultado: estas fueron del 50%. De hecho, algunos astrofísicos creen que las extinción masiva del Ordovícico pudo deberse a una de estas explosiones de rayos gamma.
Según los profesores Piran y Jiménez, los lugares más comunes de la galaxia para que algo así suceda se encuentran no en todas las regiones en las que se forman estrellas rápidamente a partir de nubes de gas (como se creía hasta ahora), sino que son especialmente numerosas en aquellas regiones relativamente pobres en elementos pesados (es decir, compuestas principalmente por hidrógeno y helio).
Por ello, creen que para que la vida compleja tenga tiempo a desarrollarse, el lugar ideal donde buscar es el extrarradio de grandes galaxias como la Vía Láctea. El hallazgo es especialmente doloroso para los diseñadores de proyectos SETI, ya que hasta ahora asumían que dado que la densidad estelar era mayor a medida que nos acercábamos al centro de la galaxia, ese era el lugar ideal para emprender la búsqueda. ¡Justo lo contrario a lo que el nuevo estudio sugiere!
De confirmarse, finalmente será cierto que la ubicación de la Tierra, a las afueras de la Vía Láctea, ha resultado proverbial para que nosotros estemos hoy aquí, leyendo el trabajo de estos dos físicos teóricos. ¿Conviene descartar entonces el centro de la galaxia, o las galaxias pequeñas como objetivo de la búsqueda de vida compleja? Yo no diría tanto, la incertidumbre que acompaña a todo trabajo teórico invita siempre a ser precavido, pero sin duda es una opinión a tener en cuenta.

Fuente: http://news.sciencemag.org
Informa Sarahbel Barokhel Palomino.

viernes, 28 de noviembre de 2014

El escudo invisible que protege la Tierra al estilo 'Star Trek'

Descubren un escudo invisible situado a unos 11.587 kilómetros sobre la Tierra, capaz de bloquear a los llamados 'electrones asesinos' durante las tormentas solares.

Una nueva realidad supera a la ficción. Los universos Star Trek y Stargate imaginaron una tecnología superior capaz de generar escudos protectores artificialmente. Sin embargo, a la Tierra no parece hacerle falta la tecnología de la Flota Estelar ni la de la raza Asgard, pues el planeta parece haber generado de forma natural un caparazón invisible. Sin embargo, los científicos todavía no saben cuál puede ser el origen de este fenómeno, pues lo consideran contrapuesto a la manera habitual de actuar de las partículas en los sistemas astrofísicos. Después de este descubrimiento, los teóricos tendrán que cambiar sus modelos sobre esta materia.

"Francamente, cuando vimos esta 'barrera' persistente que actuaba contra los electrones altamente energéticos en la magnetosfera de la Tierra, me quedé totalmente perplejo y desconcertado. Era como si las ráfagas de electrones se estampasen contra una pared de cristal en el espacio", cuenta a este diario el profesor Daniel Baker, investigador principal de este estudio publicado en la revista Nature. "¿Por qué? -pensó cuando vio el 'escudo' por primera vez- ¿Por que habría de existir un límite que frenase el movimiento de las partículas? ¿Qué será?".



Representación artística del escudo protector.


El descubrimiento fue obra de un equipo de astrofísicos dirigido por la Universidad de Colorado Boulder. Los investigadores hallaron una 'pantalla' que repele a los llamados 'electrones asesinos', procedentes de las tormentas solares. Estas partículas subatómicas llegan desde el Sol a la Tierra como una lluvia de proyectiles electromagnéticos, pues, cuando las eyecciones solares de masa coronal (CME) son muy potentes, estos electrones viajan a una velocidad cercana a la de la luz, amenazando con dañar a los astronautas, a los satélites y a los sistemas espaciales.

Además, según explica el astrónomo Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN), "si estas partículas alcanzasen la superficie del planeta serían potencialmente muy peligrosas, tanto para los seres vivos como para los sofisticados equipos electrónicos sobre los que reposa hoy nuestra civilización".

El escudo en cuestión se encuentra a unos 11.587 kilómetros de la Tierra, en el interior de los cinturones Van Allen, dos anillos de electrones y protones de alta energía con forma de donut, descubiertos por el profesor James Van Allen en 1958, que se encuentran a más de 40.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Estos cinturones de radiación se expanden y se contraen en respuesta a las perturbaciones de energía procedentes del Sol, según explica el profesor Baker, que, además, es antiguo alumno de Van Allen.

El equipo de Baker no se topó con la barrera 'de casualidad', sino que llevaban algún tiempo analizando esa zona. Los anillos Van Allen fueron el primer descubrimiento importante de la era espacial y, desde 2013, Baker dirige una investigación para encontrar un tercer cinturón 'de almacenamiento' entre los dos primeros, analizando las mediciones del Telescopio de Relatividad de Electrones y Protones (REPT) de las sondas gemelas Van Allen, que fueron lanzadas por la NASA en el año 2012.




Iuliana Ciumau


jueves, 27 de noviembre de 2014


UN TRATAMIENTO ELIMINA EN MONOS LAS PLACAS QUE PUEDEN CAUSAR EL ALZHEIMER.


A principios del siglo pasado, el neurólogo alemán Alois Alzheimer describió una extraña acumulación de un producto patológico en el cerebro de sus pacientes. Eran las llamadas placas de beta-amiloide, una proteína que se agolpa en el encéfalo y que es la posible causante de la enfermedad. Pero desde los tiempos de Alzheimer ha sido muy difícil atacar este problema, pues el cerebro está protegido por una muralla de excepcional eficiencia conocida como barrera hematoencefálica. Esta deja pasar solo los nutrientes que el cerebro necesita para funcionar y contra su muros se han estrellado cientos de fármacos prometedores sin conseguir traspasarlos.

Hoy un estudio describe un nuevo tratamiento capaz de cruzar esa barrera y reducir la concentración de la insidiosa proteína del alzhéimer. El tratamiento está basado en anticuerpos, agentes que en nuestro sistema inmune reconocen un patógeno y lo eliminan. Debidamente modificados, los anticuerpos descritos en este estudio engañan al cerebro para que les deje pasar pensando que son un nutriente y después bloquean la producción de proteína beta-amiloide. El tratamiento se ha probado en monos.
El tratamiento consigue reducir en torno a un 50% la concentración de la proteína en el fluido cerebroespinal y un 20% en el cerebro, aunque lo más importante es que cuantos más anticuerpos llegan al cerebro de los monos, más eliminación de proteína se registra. El equipo ya demostró esto mismo en ratones, dice, y ahora ya están intentando mejorar sus anticuerpos para aumentar la cantidad de proteína eliminada.
En la actualidad ya se están probando varias sustancias experimentales capaces de eliminar la placa acumulada en los cerebros de pacientes con alzhéimer, resalta el neurólogo . El problema es que la proteína se comienza a acumular años e incluso décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas de alzhéimer, como pérdida de memoria o desorientación. Para cuando se diagnostica a un enfermo y se empiece a limpiar la proteína, es posible que los beneficios fueran limitados ya que las placas habrían causado ya daños irreversibles. La diferencia de este nuevo tratamiento experimental, dice Viñuela, es que no ataca la placa en sí, sino que va “a un paso anterior” e impide la producción de proteína beta-amiloide antes de que se pueda acumular.


Denisa Radu.
LA DETECCION PRECOZ DE CANCER DE PULMON REDUCE LA MUERTE UN 20%.


El cáncer de pulmón es el tercero en casos en España por detrás del de colon y próstata, pero con diferencia el que más muertes causa (21.118 en 2012, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM).Su tasa de curación está entre el 12% y 15%.La tomografía  ha demostrado que puede reducir la mortalidad un 20% si se usa en personas de riesgo (que hayan fumado el equivalente a una cajetilla al día en 30 años), pero tiene un problema de coste.

Los estudiosos del balance entre coste y beneficio de una terapia manejan una barrera para lo aceptable que está alrededor de los 100.000 dólares (unos 80.000 euros). En España, la Fundación para la Excelencia y la Calidad Oncológica (ECO) publicó antes de verano un estudio sobre este tema de la rentabilidad y calculó que “un coste anual de entre 30.000 y 100.000 euros por tratamiento es razonable por cada año de vida ganado”. “La conclusión de nuestro estudio es que se pueden implantar programas de detección precoz del cáncer de mama de una manera coste-efectiva, sobre todo en personas de 65 a 75 años”, dice William C. Black, jefe del área de Cribado de Cáncer de Pulmón del Darmouth-Hitchcock Medical Center. Además, hay otro factor. “Es verdad que para cáncer de mama y colon hay un cribado (y para próstata también, aunque no es necesario hacérselo)”, indica Isla. “Pero de los cuatro más frecuentes, colon, próstata, mama y pulmón, este es el único que tiene una causa conocida de más del 85% de los casos, que es el tabaco, señala. Por eso no tendría sentido establecer un programa de cribado sin una educación y un programa de deshabituación tabáquica”, dice Isla.
Este abordaje tiene mucho recorrido. Con la baja tasa de supervivencia del cáncer de pulmón en general, “hay mucho que mejorar”, dice la oncóloga. Aparte de los nuevos tratamientos en ensayo, estos fármacos que ahora se usan solo en casos de cáncer avanzado se están probando en fases más tempranas.
Con estos nuevos abordajes, y los que vendrán, la Fundación ECO señala otro aspecto: el tiempo desde que se diagnostica un cáncer de pulmón hasta que se inicia el tratamiento indicado para cada tipo no debe pasar de un mes. “Necesitamos disponer de centros de referencia que puedan ofrecer un diagnóstico molecular máximo, no sólo para las determinaciones de EGFR y ALK sino también para ROS1, MET, PDL1 y técnicas de ultrasecuenciación con paneles que incluyan múltiples genes”, ha dicho el presidente de la fundación, Carlos Camps. El objetivo es claro: “Los casos de cáncer de pulmón sin especificación [una diana terapéutica o un gen específico] deberían reducirse a menos del 10%”, indica el coordinador de Criterios de Calidad de la fundación, Guillermo López Vivancos.

Este abordaje tiene mucho recorrido. Con la baja tasa de supervivencia del cáncer de pulmón en general, “hay mucho que mejorar”, dice la oncóloga. Aparte de los nuevos tratamientos en ensayo, estos fármacos que ahora se usan solo en casos de cáncer avanzado se están probando en fases más tempranas.
Con estos nuevos abordajes, y los que vendrán, la Fundación ECO señala otro aspecto: el tiempo desde que se diagnostica un cáncer de pulmón hasta que se inicia el tratamiento indicado para cada tipo no debe pasar de un mes. “Necesitamos disponer de centros de referencia que puedan ofrecer un diagnóstico molecular máximo, no sólo para las determinaciones de EGFR y ALK sino también para ROS1, MET, PDL1 y técnicas de ultrasecuenciación con paneles que incluyan múltiples genes”, ha dicho el presidente de la fundación, Carlos Camps. El objetivo es claro: “Los casos de cáncer de pulmón sin especificación [una diana terapéutica o un gen específico] deberían reducirse a menos del 10%”, indica el coordinador de Criterios de Calidad de la fundación, Guillermo López Vivancos.


Denisa Radu.
DOS ENORMES ESTRELLAS EN UNA.
Una estrella de unas 38 veces la masa del Sol y otra ligeramente inferior, de unas 32 masas solares, están tan cerca que comparten una única envoltura. Ambas orbitan alrededor de un centro de masas común, y acabarán fusionándose en una única estrella supermasiva, dicen los científicos, de unas 70 veces la masa del Sol. “Será dentro de algunos millones de años, ni siquiera decenas de millones de años, y tenga en cuenta que eso no es apenas nada en términos astronómicos… nuestro Sol tiene 4.500 millones de años de vida”, explica a EL PAÍS Javier Lorenzo, astrónomo de la Universidad de Alicante y líder del equipo que ha descubierto y caracterizado está sistema binario. MY Camelopardalis, situado, en la constelación de la Jirafa, está a una distancia de entre 12.000 y 15.000 años luz de la Tierra, en nuestra galaxia.
Cuando las dos estrellas se fusionen, la nueva “seguirá su evolución normal, quemando hidrógeno, luego helio… y, posiblemente acabe su vida en una gran explosión de supernova”, añade Lorenzo. En cuando a la fusión, no está claro cómo será: algunas teorías “sugieren que el proceso será extremadamente rápido, liberando una enorme cantidad de energía en una especie de explosión”; otros modelos “favorecen un proceso menos violento, pero, en cualquier caso, espectacular”, señala el Observatorio de Calar Alto (Almería), donde se han hecho las observaciones de este trabajo.
La investigación de este sistema binario, cuyos resultados se presentan en la revista Astronomy & Astrophysics, ha permitido desvelar sus características, pero, además, sustenta teorías actuales que proponen que las estrellas extremadamente masivas se forman precisamente por fusión de las componentes del sistema binario. “Este es el sistema binario más masivo que se ha descubierto formado por estrellas de la secuencia principal, es decir, que están quemando hidrógeno”, apunta Lorenzo.
Las dos estrellas de MY Camelopardalis , jóvenes, muy luminosas y muy calientes (la más masiva, con mayor temperatura, según escriben en su artículo científico estos astrónomos) tienen un período orbital de solo 1,2 días terrestres. Dado su gran tamaño, “tienen que estar enormemente cerca para poder dar una vuelta completa en tan poco tiempo”, señala Sergio Simón, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y uno de los autores de la investigación. “Las estrellas se desplazan a una velocidad superior al millón de kilómetros por hora”, continúa. “Pero, al estar tan cerca, las fuerzas de marea que se establecen entre ellas las fuerzan a rotar sobre sí mismas con el mismo período, es decir, cada estrella gira sobre sí mismas en poco más de un día, mientras que el Sol, que es mucho más pequeño, tarda 26 días en cumplir un giro completo”.
Al estar tan cerca, estas dos estrellas transfieren masa una a la otra y el material de sus capas más externas forman, de hecho, una única envoltura, concluyen estos científicos que la han investigado. Lo que han averiguado de sus características, indica que este sistema binario se formó prácticamente como se encuentra ahora, es decir, que las estrellas ya estaban casi en contacto en el momento de su formación, explica Centro de Astrobiología (CAB), cuya investigadora Miriam García es coautora del trabajo.
En la Vía láctea, la mayoría de las estrellas no son solitarias, como el Sol, sino que forman parte de sistemas binarios o múltiples. “En particular las que son mucho más masivas que el Sol, tienden a aparecer siempre en compañía”, apunta Lorenzo. Y MY Camelopardalis es, además, del tipo denominado binaria eclipsante, un sistema en el que, visto desde la Tierra, cada estrella pasa por delante de la otra cada vez que completa una órbita, lo que produce eclipses parciales de una a la otra.
Lorenzo y sus colegas han basado su investigación en los espectros de luz del sistema binario tomados desde el telescopio de 2,2 metros de diámetro de Calar Alto (Almería), lo que ha proporcionado información esencial para determinar las propiedades de este par de estrellas, como su temperatura superficial y su tamaño (el radio de cada una de ellas es unas ocho veces el del Sol). Pero además, han utilizado la información captada por astrónomos aficionados que han medido son cambios en la cantidad de luz que llega de esas estrellas a lo largo de la órbita.



Denisa Radu.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Científicos explican la razón de las experiencias extracorporales

No tengas miedo, tu alma no está escapando de tu cuerpo. Este fenómeno suele ocurrirle a personas con migrañas o epilepsia.



Las experiencia extracorporales son frecuentes en personas que padecen migrañas o epilepsia | Foto: El Comercio



Según el neurólogo Olaf Blanke, citado por el diario ABC, las experiencia extracorporales son frecuentes en personas que padecen migrañas o epilepsia e incluso puede producirse en situaciones de miedo extremo, razón por la cual se presenta frecuentemente en personas que serán sometidas a cirugías o que han tenido un accidente.

El responsable de estas visiones es el lóbulo temporal, situado a la altura de la oreja del lado derecho, e incluso se pueden inducir en el laboratorio. Para conocer esto, científicos realizaron un estudio en personas con epilepsia y con electrodos se estimularon diversas áreas del cerebro.

Según la publicación, al estimularse una zona entre el lóbulo parietal y el temporal, el paciente dijo tener la sensación de hundirse. Al aumentar la intensidad de la corriente, el paciente experimentó que "flotaba" y que se veía a sí mismo desde arriba.

Iuliana Ciumau

martes, 25 de noviembre de 2014

Vantablack, material compuesto por nanotubos de carbono

El Vantablack, el material más oscuro creado sobre la superficie terrestre, absorbe toda la luz que recibe del exterior, por lo que no se aprecia el volumen que tiene y parece un elemento totalmente plano.
Fue inicialmente propuesto por el Nathional Physical Laboratory, en Reino Unido, y posteriormente el proyecto pasó a manos de Surrey NanoSystems, que lo completó y acuñó el nombre de VANTABLACK.
No obstante, este material no es totalmente negro, ya que en lugar de absorber un 100% de la luz, tal como haría el negro absoluto, esta sustancia recoge el 99, 97%. Esta cifra supone un negro 10 veces mayor que el anterior material más oscuro.
"It's a material made to demostrate how our mind works. We are accustomed to be provided with a limited range of colours, but that's only what we think. The truth is different: there is a palettte of lights beyond everything our eyes, or even our brain, is able to notice", afirma Steve Northam, coordinador de proyectos de Surrey NanoSystems. "Es un material fabricado con el fin de demostrar cómo funciona nuestra mente. Estamos acostumbrados a un rango de colores limitado, pero eso es solo lo que nosotros creemos. La realidad es distinta: hay una paleta de luces más allá de todo lo que nuestros ojos, o incluso nuestro cerebro, es capaz de percibir".
Está fabricado mediante nanotubos de carbono dispuestos verticalmente, permitiendo retener la luz en lugar de hacerla rebotar hacia el iris, provocando que el material se muestre más claro.


domingo, 23 de noviembre de 2014

El café, ¿posible biodiésel?

Un estudio del Centro de Tecnologías Químicas Sostenibles de la Universidad de Bath establece que es posible utilizar residuos molidos de café para obtener biodiésel.
La idea, según describe un equipo de investigadores en la revista ACS Journal Energy & Fuels, es remojar el producto en un solvente orgánico especial antes de aplicar un proceso denominado transesterificación, que se viene usando en la obtención de combustibles de origen vegetal.

Estos expertos apuntan que de este modo es posible conseguir un compuesto oleoso con propiedades similares al que se produce a partir de las plantas que se cultivan exclusivamente para lograr biodiésel. La ventaja de este nuevo sistema estriba en que la materia prima es un desecho de un cultivo que previamente ya ha sido aprovechado para otro fin.

Estos científicos creen que sería muy útil a pequeña escala, por ejemplo, para impulsar los propios vehículos de reparto de café. De hecho, estiman que una pequeña cafetería produce unos 10 kilos de los citados residuos, a partir de los cuales es posible generar dos litros de biodiésel.





Sofía Maldonado Martínez.


¡Saborear mediante descargas eléctricas en la lengua!

 La New York University de Abu Dhabi ha desarrollado la primera cuchara capaz de conseguir que una comida sepa salada sin necesidad de añadirle ni una pizca de sal al plato. Se logra gracias a descargas eléctricas y chispazos de ondas en la lengua, logrando de este modo "engañarla" y que podamos disfrutar del sabor, aunque verdaderamente este sabor sea inexistente. Se tienen ya cucharas con los sabores principales: salado, agrio, dulce y amargo.


 Sus creadores se proponen ampliar estos sabores hasta conseguir mezclarlos, creando recetas enteras. 
Todo esto abre una puerta a la tecnología más futurista, en la cual un usuario se halle en el sofá de su casa viendo algún programa de cocina y a su vez saboreando lo que el chef prepara mediante una conexión a los datos ofrecidos por el distribuidor, posiblemente descargados de una app. ¿Lo imaginan? ¡Delicioso!



Alexandra Chipana



Hendo- Tabla Flotante

Las tablas flotantes que veíamos en las películas de ficción ya son una realidad.
La compañía californiana Hendo ha desarrollado la pimera. Hendo, nombre con el que además se ha bautizado dicha tabla, es capaz de levitar a una altura de dos centímentros y medio gracias a cuatro motores del tamaño de un plato que generan un campo electromagnético repelido por el suelo. Su principales desventajas son que la tabla únicamente tiene una autonomía de 15 minutos y solo es posible su funcionamiento sobre superficies metálicas preparadas.

Diez tablas fueron reservadas por particulares y comenzarán a repartirse a partir de octubre del 2015 con un precio de salida que ronda los 10 000 dólares.
Además, los creadores de la tecnología que usa Hendo para su funcionamiento han declarado que están dispuestos a compartir su avance a cualquier ingeniero independiente que desee aplicarla a otros campos; esperan con ilusión que se pueda usar en la construcción de edificios en zonas con riesgo sísmico.
Alexandra Chipana


Los mamíferos ya pueden regenerar órganos como otros animales



La medicina regenerativa señala el camino para la recuperación de personas con cegueras, infartos o problemas de riñón. Los pasos que se están dando son prometedores aunque bastante preliminares. En los mejores laboratorios del mundo trabajan para identificar todos los caminos po los que la medicina del futuro podría avanzar. En el Instituto Salk de California estudian cómo reprogramar células madre para reconstruir órganos y cómo usar a los cerdos, por ejemplo, para producirlos. Pero también se han detenido a observar cómo actúa la naturaleza en otros animales, como las salamandras que recuperan una extremidad aunque se la mutilen cien veces. O los peces cebra, a los que les cortas el 20% de su corazón y lo vuelve a regenerar una y otra vez sin problemas. El español Juan Carlos Izpisúa y su equipo han trabajado en entender el mecanismo molecular que permite a los peces cebra regenerar el corazón para después, estudiar si sería posible en mamíferos como ratones y humanos y han demostrado que es posible: han conseguido activar ese mecanismo en el corazón de un ratón adulto para que se recupere tras quedar seriamente dañado por un infarto. Los ratones tienen en su genoma la capacidad de regenerar órganos, como las salamandras, pero está desactivada. Este equipo de investigación ha logrado reactivar esta capacidad que solo se manifiesta de forma natural en los primeros días de las crías del ratón. El siguiente paso es comprobar si también es reversible en mamíferos cada vez más grandes: ratas, conejos, cerdos", avanza Josep María Campistol, que ya colaboró con Izpisúa en el logro de producir minirriñones humanos. En cualquier caso, el propio estudio reconoce que no se entienden por completo los mecanismos que activan la capacidad autosanadora. "Estamos lejos de reproducirlo en humanos porque desconocemos mucho sobre la capacidad de regeneración de esos otros animales y cómo se apaga tras nacer en los mamíferos. Por eso reivindico la importancia de dedicarse a la investigación básica", defiende Izpisúa.




Células del músculo del corazón después del tratamiento regenerativo:


                                                    Informe de Miguel Fernández Janoher

Entrevista al mundo de la ciencia: Medicina

Con nosotros tenemos una pareja de médicos, Pedro Herrera y María José Rojas, actualmente trabajando en una clínica de Leganés como médicos de familia. A continuación, les haremos unas preguntas sobre su carrera y su vida. 1.¿Cómo decidiste ser médico o que hizo que te interesadas por esta carrera? - Pedro: En realidad estudie medicina porque tenía muchas salidas laborales. - María José: A mí me gustaba mucho la biología y pedí medicina, química y biologíaen la Complutense. Como me dio la nota me metí por medicina. 2.¿Es difícil estudiar la carrera de medicina? - Pedro: Requiere mucho esfuerzo y estudio, además de trabajar muchas horas mal pagadas de prácticas. Pero es posible si te esfuerzas. - María José: Para empezar necesitas una nota alta en selectividad y estudiar 6 años sin que te quede ninguna. Tienes que estudiar mucho pero no es difícil en general. Recuerdo que anatomía era la asignatura más difícil para mi, ¡y los catedráticos eran muy estrictos! Tardas mucho en conseguir algo de dinero y te tienen que mantener tus padres mientras que tus amigos ya viven prácticamente solos, porque tampoco puedes trabajar cuando estudias medicina. Una vez que terminas la carrera tienes que trabajar unos 6 años más de prácticas a sueldo de señora de la limpieza. Y al final tienes que conseguir una plaza fija. Total, no empiezas a trabajar como tal hasta los 37 si tienes suerte. 3.¿Cuál ha sido el caso más raro que has tenido que atender? - Pedro: Que yo recuerde fue una chica joven, de unos 18 o 20 años con síntomas de un ictus, no podía mover casi la mitad de su cuerpo. Después de analizar e investigar nos dimos cuenta de que tenía un trastorno disociativo de personalidad, es decir, una enfermedad psicológica en la que aparecen los sintomas de alguna enfermedad pero no ella como tal. - María José: El caso más raro que he atendido fue el de una señora con una lesión en la piel que había aparecido hace unos meses, parecido a un grano, pero en realidad era leishmaniasis cutánea, una enfermedad producida por la picadura de un insecto que es bastante grave y necesita meses de tratamiento. Por suerte, se recuperó. 4.¿Cuáles son las enfermedades que más te encuentras en tu consulta? - Pedro: Aparte de resfriados y todas esas cosas, tengo muchos pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes. - María José: Pues lo más normal son lumbagias. Bueno, y muchísima gente con ansiedad y depresión últimamente. 5.¿Hay algo de lo que te sientas realmente orgulloso en tu trabajo? - Pedro: A pesar de todo, te sientes orgulloso de poder ayudar y curar a tantas personas. Por ejemplo, esta semana he tenido que mandar a 3 personas al hospital, y espero que se recuperen lo antes posible. - María José: Una vez tuve un paciente al que le trasplantaron el hígado. Su mujer venía todas las semanas a que le explicara lo que le hacían a su marido y como había que tratarle. Cuando se recuperó, vino a mi consulta y lo primero que hizo fue darme dos besos. Ellos ya me consideraban como una pequeña parte de su familia gracias a todo el apoyo que les di. 6. Por último, ¿hay algo que quieras decir a nuestros futuros médicos? - Pedro y María José: En ocasiones hay mucha gente muy desagradecida, pero también hay muchas personas amables. Sinceramente, les recomendaría que se planteasen estudiar otra cosa, porque hay que realizar un gran esfuerzo aunque tenga muchas salidas. Sin embargo, si de verdad les gusta, les animamos a que estudien y se conviertan en grandes médicos, ya que este trabajo también es muy bonito. Hasta aquí nuestra entrevista a este matrimonio de médicos. En la próxima entrada tendremos a otro profesional relacionado con el mundo científico, pero no puedo adelantaros quién ni en que trabaja. Y ya sabéis chicos, hay que esforzarse mucho pero merece la pena estudiar medicina para salvar a tantas vidas. ¡Hasta la próxima entrevista! Elena Yuste

Los ancestros de los primeros europeos sobrevivieron a la última glaciación

Esther González

Kostenki 14 es el nombre por el que los paleontólogos conocen a un hombre que vivió en el oeste de Rusia hace más de 36.000 años. El ADN de sus restos fósiles ha revelado que cazadores y agricultores del Paleolítico, de piel y ojos oscuros, superaron la última edad de hielo, colonizaron Europa, se mezclaron con neandertales hace 54.000 años y después se dividieron en al menos tres grupos antes de que Kostenki 14 viviera.

El análisis del ADN del fósil de Kostenki 14 o K14, un hombre que vivió en el oeste de Rusia hace más de 36.000 años, ha revelado que los ancestros de los primeros europeos sobrevivieron a la última glaciación. Las piezas básicas del genoma europeo moderno son, por tanto, más antiguas de lo que pensaban los científicos. Su origen se remonta al Paleolítico Superior, hace entre 50.000 y 100.000 años.
El estudio, que se publica esta semana en la revista Science y que ha sido liderado por el Centro de GeoGenética de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), traza un calendario más detallado de la historia de los primeros europeos, que aún sigue sin estar del todo escrita. Según los nuevos hallazgos, las tierras de Europa fueron colonizadas durante 30.000 años por una única ‘metapoblación’ formada por cazadores y agricultores del Paleolítico, que superaron la última glaciación.
El ADN de K14 era similar a Mal’ta, un chico de 24.000 años de edad hallado en el centro de Siberia
Los 'abuelos' de los humanos modernos salieron de su tierra original, en África, y se dispersaron por Eurasia. Después de mezclarse con neandertales –en un encuentro que el nuevo estudio data hace 54.000 años– la población ancestral enseguida se habría dividido en “por lo menos” tres grupos iniciales (desde Eurasia occidental, Asia oriental y un linaje desconocido), cuyos descencendientes desarrollarían toda la diversidad de rasgos que hoy puebla Europa. Esa separación sucedió hace menos de 36.000 años.
“Cada grupo tuvo una trayectoria propia, se mezclaron los unos con los otros en función de sus distribuciones geográficas, y estas seguían su propia dinámica en función de los efectos de la última glaciación en los ecosistemas de Eurasia”, dice a Sinc Marta Mirazón Lahr, directora del Laboratorio Duckworth en la Universidad de Cambridge y coautora del estudio.
Las comunidades se mezclaron y fragmentaron, sufrieron cambios culturales, pasaron por un cambio climático, pero siguieron unidas por el mismo hilo genético, que no cambió de manera significativa hasta que los vecinos granjeros de Oriente Medio llegaron hace 8.000 años, trayendo con ellos la agricultura y un color de la piel más claro.
El análisis genético de K14 demuestra que antes de que él viviera, los ancestros de los europeos modernos “ya se habían separado de los otros grupos, y que a partir de entonces se formó la metapoblación europea, en la cual pequeños grupos de cazadores se expandieron, colonizaron nuevos territorios, se aislaron, adquirieron algunas características propias, y luego se extinguieron o se volvieron a mezclar con otros grupos de europeos”, explica Mirazón Lahr.
Este proceso creó periodos de unidad cultural sobre espacios inmensos que acabaron durante el último máximo glacial, “cuando la población europea se fragmentó en refugios ecológicos”, apunta la coautora. En este periodo, algunas poblaciones pudieron sobrevivir a la fase climática extrema y seguir acumulando sus características genéticas. Ejemplo de ello son los pueblos mesolíticos de Europa.
Según los análisis, el ADN de K14 era similar a Mal’ta, un chico de 24.000 años de edad hallado en el centro de Siberia, que pertenecía a los europeos del Mesolítico. Pero además, K14 compartió muchas variantes de genes con los granjeros europeos del Neolítico y de poblaciones contemporáneas de Oriente Medio.
Un único encuentro con neandertales
El análisis de K14 recoge además otras informaciones. Una de ellas apunta a las interacciones prehistóricas con los neandertales. “El genoma de Kostenki, al tener más de 36.000 años, tiene la misma edad que las últimas poblaciones neandertales en Europa, y podría inclusive, haber sido mitad neandertal. Pero no es así”, subraya Mirazón Lahr.
K14 pudo albergar cerca del 1% más de ADN neandertal que los humanos modernos
Según el estudio, el genoma de K14 sugiere que hubo “un único momento de mezcla en el cual nuestros ancestros tuvieron individuos neandertales dentro de su grupo”, añade la científica. K14 pudo albergar cerca del 1% más de ADN neandertal que los humanos modernos. Esto se debe a que los genes no tuvieron tanto tiempo para combinarse después del cruce entre neandertales y humanos.
Este evento ocurrió hace unos 54.000 años, al principio de la historia evolutiva de los pueblos que dejaron África.
Otro aspecto que revela el genoma de K14 es su aspecto. “Ahora sabemos que las poblaciones paleolíticas de Europa tuvieron piel oscura hasta hace muy poco. K14 tenía también piel oscura y sus ojos eran marrones”, asegura la investigadora. 
Los resultados muestran una compleja imagen de la colonización de Europa por los humanos y sugieren que las contribuciones genéticas de los primeros euroasiáticos a las poblaciones modernas europeas no llegaron a través de diversos eventos migratorios desde Asia hacia Europa, sino por un flujo de genes procedente de varias direcciones.
Esther González

España, en riesgo "real" de sufrir un tsunami

  • Las regiones más expuestas son la bahía de Cádiz, Huelva, el litoral del Mediterráneo y las Baleares, si bien la recurrencia de maremotos de gran intensidad es de 1.200 y 1.500 años

España afronta un "riesgo real" de sufrir un tsunami, que es más probable que acontezca en el Mediterráneo que en el Atlántico, ha explicado a EFE el director de la Red Sísmica Nacional del Instituto Nacional de Geografía, Emilio Carreño.
Las regiones más expuestas son la bahía de Cádiz, Huelva, el litoral del Mediterráneo y las Baleares, si bien la recurrencia de maremotos de gran intensidad es de 1.200 y 1.500 años, ha indicado Carreño, encargado de la supervisión de la Red Nacional de Alerta de Tsunami.
La red, que ha hecho ensayos y simulaciones "con maremotos históricos, dando resultados muy buenos", está pendiente de la aprobación de una directriz básica de Protección Civil para entrar plenamente en operación.
Además de las simulaciones para conocer cuándo, dónde y qué altura alcanza la ola, el sistema se nutre de datos en tiempos real suministrados por las boyas y mareógrafos de Puertos del Estado de España y de Portugal.
Pasarán "menos" de cinco minutos antes de que se genere una alerta de tsunami.
Según Carreño, hay más probabilidad de que un tsunami se produzca en la costa mediterránea, pero tendría mayor gravedad si ocurriese en el Atlántico.
La explicación se debe a que los terremotos que afectarían al Mediterráneo se generan en la zona de Argelia, donde las fallas son más pequeñas que en las del Banco de Gorringe, a unos 300 kilómetros al suroeste del Cabo de San Vicente (Portugal).
El director de la Red Sísmica Nacional del IGN ha recordado que la mayor catástrofe natural en España fue el tsunami causado por el terremoto de 1755, en el que murieron 1200 personas en la bahía de Cádiz.
Carreño participó ayer en una tertulia organizada por el Geoforo del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) dedicada a la Red Nacional de Alerta de Tsunami, a la que asistió también Juan Vicente Cantavella, jefe del Servicio de Sismología del IGN.
Según Cantavella, los estudios paleosísmicos sugieren que en la bahía de Cádiz se pudieron producir otros cinco tsunamis de gran magnitud a lo largo de la historia.
En el Mediterráneo también se han registrado tsunamis de menor intensidad en 1790, 1804, 1954, 1980 y 2003, generalmente provocados por terremotos en la costa de Argelia, añadió Cantavella.
La red española de alerta de tsunamis se integra dentro del proyecto NEAMTWS (Sistema de Alerta Temprana de Tsunami en el Atlántico Noreste y el Mediterráneo), que se puso en marcha cuando, tras el tsunami de Sumatra de 2004, se constató la necesidad de contar con redes de alerta similares a la ya existente en el océano Pacífico en otras regiones, principalmente el mar Caribe, el Índico y el sistema Atlántico-Mediterráneo.
Esther González

Los volcanes ayudan a frenar el calientamiento global

  • Un estudio asegura que las pequeñas erupciones expulsan aerosoles de sulfuro a la atmósfera y estos hacen que la luz rebote fuera de la Tierra.

Pequeñas erupciones volcánicas podrían estar frenando el calentamiento global al emanar aerosoles de sulfuro que llegan a la parte superior de la atmósfera y hacen que la luz del sol rebote fuera de la Tierra, han afirmado científicos estadounidenses este martes. Los investigadores han sabido por mucho tiempo que los volcanes pueden proteger a la Tierra del calentamiento global, pero no pensaban que las pequeñas erupciones tenían tanto impacto en la atmósfera.
Los últimos hallazgos, publicados en Geophysical Research Letters, demostraron que las pequeñas erupciones volcánicas reflejan casi el doble de la cantidad de radiación solar que se estimó en un principio.
"Al rebotar la energía solar de nuevo hacia el espacio, las partículas de ácido sulfúrico de estas erupciones recientes podrían ser responsables de la disminución de la temperatura global entre un 0.05 y 0.12 grados desde 2000", dice el estudio.
"Estos nuevos datos podrían ayudar a explicar por qué aumentos de la temperatura global se han ralentizado en los últimos 15 años, un periodo conocido como hiato en el calentamiento global'".
El año más cálido jamás registrado se dio en 1998, y aunque en años recientes el clima ha sido más caluroso que la media del siglo XX, este gran incremento dado en los 90 se ha ido estabilizando.
Existe una variedad de teorías sobre por qué el planeta experimenta estos hiatos, incluyendo cambios en el modo en que el calor es absorbido por los océanos o un periodo de baja actividad solar.
Muchas proyecciones climáticas no tienen en cuenta las erupciones volcánicas porque son muy difíciles de predecir.
Sin embargo, grandes erupciones como la del Monte Pinatubo en Filipinas en 1991, que emitió cerca de 20 millones de toneladas métricas de sulfuro, se cree tuvieron un impacto en el clima global.
David Ridley, científico atmosférico del Instituto Tecnológico de Massachusetts, intuyó que al rompecabezas climático le faltaba una pieza.
Pero según el estudio, logró encontrarla en la intersección entre la estratosfera y la troposfera, la capa inferior de la atmósfera, donde ocurre todo lo que tiene que ver con el clima.
Son las dos capas que se encuentran entre los 10 y los 15 kilómetros sobre la Tierra, por debajo del área donde circulan muchos satélites.
"Los datos satelitales hacen un gran trabajo a la hora de controlar las partículas por encima de los 15 kilómetros, lo que está bien en los trópicos", dice Ridley.
"Sin embargo, hacia los polos nos perdemos cada vez más las partículas que están en la parte más baja de la estratósfera y las que se encuentran por debajo de los 10 kilómetros".

El estudio combinó observaciones desde tierra, aire e instrumentos ubicados en el espacio para observar mejor los aerosoles esta porción inferior de la atmósfera, y así descubrió que allí hay más aerosoles de lo que se conocía previamente.

Esther González San Andrés