Este es un blog de alumnos de CMC (Ciencias para el Mundo Contemporáneo) del IES José Saramago. Nuestro objetivo es divulgar información científica de forma sencilla.
jueves, 27 de noviembre de 2014
UN TRATAMIENTO ELIMINA EN MONOS LAS PLACAS QUE PUEDEN CAUSAR EL ALZHEIMER.
A principios del siglo pasado, el neurólogo alemán Alois Alzheimer describió una extraña acumulación de un producto patológico en el cerebro de sus pacientes. Eran las llamadas placas de beta-amiloide, una proteína que se agolpa en el encéfalo y que es la posible causante de la enfermedad. Pero desde los tiempos de Alzheimer ha sido muy difícil atacar este problema, pues el cerebro está protegido por una muralla de excepcional eficiencia conocida como barrera hematoencefálica. Esta deja pasar solo los nutrientes que el cerebro necesita para funcionar y contra su muros se han estrellado cientos de fármacos prometedores sin conseguir traspasarlos.
Hoy un estudio describe un nuevo tratamiento capaz de cruzar esa barrera y reducir la concentración de la insidiosa proteína del alzhéimer. El tratamiento está basado en anticuerpos, agentes que en nuestro sistema inmune reconocen un patógeno y lo eliminan. Debidamente modificados, los anticuerpos descritos en este estudio engañan al cerebro para que les deje pasar pensando que son un nutriente y después bloquean la producción de proteína beta-amiloide. El tratamiento se ha probado en monos.
El tratamiento consigue reducir en torno a un 50% la concentración de la proteína en el fluido cerebroespinal y un 20% en el cerebro, aunque lo más importante es que cuantos más anticuerpos llegan al cerebro de los monos, más eliminación de proteína se registra. El equipo ya demostró esto mismo en ratones, dice, y ahora ya están intentando mejorar sus anticuerpos para aumentar la cantidad de proteína eliminada.
En la actualidad ya se están probando varias sustancias experimentales capaces de eliminar la placa acumulada en los cerebros de pacientes con alzhéimer, resalta el neurólogo . El problema es que la proteína se comienza a acumular años e incluso décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas de alzhéimer, como pérdida de memoria o desorientación. Para cuando se diagnostica a un enfermo y se empiece a limpiar la proteína, es posible que los beneficios fueran limitados ya que las placas habrían causado ya daños irreversibles. La diferencia de este nuevo tratamiento experimental, dice Viñuela, es que no ataca la placa en sí, sino que va “a un paso anterior” e impide la producción de proteína beta-amiloide antes de que se pueda acumular.
Denisa Radu.
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