1. Cada 3 segundos nace un bebé
Así es, y es que en la época actual, la población mundial cada vez es mayor y crece más rápido, así que esta afirmación a pesar de parecer imposible es aproximadamente real porque se basa en cálculos estadísticos a partir de los nacimientos totales del año, el número de nacimientos puede variar alrededor del año, este cálculo es para hacernos a una idea de la cantidad de nacimientos anuales. ¡Imagina cuantos bebés habrán nacido mientras leías esto!
2. Los bebés reconocen a su madre inmediatamente
Nada más nacer, un bebé puede reconocer el olor y la voz de su madre. Están químicamente conectados a su mamá porque han estado dentro de su vientre y han oído su voz desde que sus oídos empezaron a funcionar. Unas semanas más tarde, el bebé también es capaz de reconocer a su madre visualmente, esto es debido a que hay una necesidad de desarrollo de la visión, que padecen todos los bebés al nacer.
3. Los bebés tienen más huesos
Aunque parezca mentira, los bebés tienen 300 huesos cuando nacen, que son 94 huesos más que los que tiene un humano adulto. Esto se debe a que al nacer los bebés tienen los huesos originales partidos en más piezas, que se irán fusionando mediante vayan pasando los años. Esto facilitaría la adaptación del bebé a cualquier condición del medio, otra de las razones por las que los humanos nos adaptamos tan bien a cualquier situación.
4. Los bebés no lloran
Al principio, un bebé no es capaz de producir lágrimas, por lo que técnicamente no pueden llorar durante las primeras semanas de vida. Lo que hacen, en su lugar, es gritar con fuerza para llamar a su madre.
5. La razón por la que negamos con la cabeza
Algunos científicos y antropólogos han sugerido que podría haber una relación entre el movimiento inconsciente que hacemos de mover la cabeza al querer decir que «no» a algo (lenguaje no verbal que es globalmente utilizado) y el movimiento que hacen los bebés de ladear la cabeza cuando quieren dejar de comer. Este es un dato que aclararía un interesante y primitivo origen de algunos de nuestras más arraigadas costumbres culturales.
6. Los superpoderes de los bebés
Un bebé es más fuerte y poderoso de lo que parece a simple vista. De hecho, un bebé puede levantar su propio peso con facilidad, algo que envidiarían muchos adultos. Los bebés también son capaces de tragar y respirar al mismo tiempo, habilidad que perdemos con el tiempo pero que es tremendamente útil cuando apenas estás aprendiendo a controlar tu cuerpo.
7. Crecimiento super rápido
Para acabar, los bebés, durante los cinco primeros meses de vida consiguen doblar su peso. Un crecimiento que a muchos asustaría en edades avanzadas. ¡Imagínate pesar el doble de lo que pesas ahora! Los bebés en definitiva son mejores de lo que nos pensábamos: no lloran, tienen más huesos, son capaces de levantar su propio peso, tienen super crecimiento, etc.
Damián Sellés Puente
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