El pasado diciembre, una
revista médica publicó un importante estudio: un equipo de 14
investigadores de varios países, liderados por la doctora. Laura Mc Coy del University College de Londres, comprobó
que los anticuerpos de la llama (Lama glama), ese camélido sudamericano multiuso, tenían un efecto
inesperado.
Podían neutralizar, nada
menos, que al VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Pues bien, la llama, ese
animal que aún algunos desprecian en Perú por ser un animal propio de las
poblaciones andinas, tiene la mágica cualidad de producir anticuerpos que sí pueden
neutralizar el VIH. Lo hacen porque, a diferencia de los generados por otros
seres vivos, estos son de “cadena única”, es decir, menos complejos.
Los anticuerpos tienen
dos cadenas de proteínas y funcionan “como si tiraras un cañón, a ver qué
pescas”, mientras que los de una sola cadena apuntan mejor, dan en el blanco de
la diana. Tienen una efectividad altísima: logran neutralizar, in vitro, el 96
% de las cepas de VIH con las que son enfrentados , es decir, resultan
efectivos para atacar a este perverso agente patógeno, lo neutralizan.
La novedosa exploración, por si fuera poco, podría servir para producir una vacuna eficaz, pues si progresan las investigaciones se podría aplicar a un individuo un antígeno atenuado, o muerto, del VIH, a fin de que provoque su propio ejército de defensa y luche.
La novedosa exploración, por si fuera poco, podría servir para producir una vacuna eficaz, pues si progresan las investigaciones se podría aplicar a un individuo un antígeno atenuado, o muerto, del VIH, a fin de que provoque su propio ejército de defensa y luche.
Jonathan Bravo Carvajal 1ºbach C
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