¿ CÓMO Y PORQUÉ NOS QUEDAMOS EN BLANCO?
->En momentos importantes, la tensión emocional puede impedirnos recordar. ¿Cómo puede evitarse?
Cuando nos olvidamos momentáneamente y en el momento más inoportuno de algo que sabíamos, decimos que nos hemos quedado en blanco.
Esto nos ocurre en situaciones como por ejemplo cuando estamos en un examen, presentando un trabajo, delante de personas importantes, etc. El doctor Manuel Díaz-Rubío, presidente de la Real Academia de Medicina, nos cuenta en su libro ("Los síntomas que todos padecemos") publicado recientemente, “Quedarse en blanco es algo
que le puede suceder a cualquiera y debe considerarse normal, salvo que se produzca con una gran frecuencia”.
Ocurre en momentos de gran tensión emocional,
ya sea por un exceso de responsabilidad o porque tiene lugar durante
una situación concreta que nos inquieta: una conferencia, un examen, una
entrevista de trabajo. Generalmente tiene una corta duración, aunque
puede variar.
La clave para salir exitoso de
la situación es restarle importancia: “Las personas con experiencia
saben cómo salir del paso, bien a través de escapes disertatorios o bien
distrayendo la atención del público con alguna anécdota o cualquier
forma de evitar que los presentes se den cuenta de ello”, explica
Díaz-Rubio.
Sin embargo, cuando estamos en mitad de un examen escrito, este 'quedarse en blanco' conlleva una gran pérdida de tiempo, que te pongas nervioso..., impidiendo terminarlo. Aquí hay que distinguir si ese quedarse en blanco se debe a la responsabilidad del examen o a un mal conocimiento del temario.
Tensión emocional
La responsabilidad de estas breves situaciones, reside en una hormona llamada corticosterona
que se libera en los momentos de tensión, miedo o ansiedad. “Se
sintetiza en las glándulas suprarrenales y entre otras muchas acciones, bloquea los sistemas de recuperación de información”.
Se ha comprobado que la administración de glucocorticoides antes de una prueba de aprendizaje dificulta la posterior recuperación de
los datos. Además estos influyen en el tiempo que puede
durar el 'quedarse en blanco', lapsus de memoria, que en ocasiones puede llegar a los 90
minutos. De ahí que pasadas unas dos horas, o al llegar a casa nos acordemos de bastantes cosas, preguntándonos el porque de no habernos acordado en el examen.
Una recomendación para evitar este mal trago es conocer por qué ocurre, tomar medidas para tranquilizarse, como alguna técnica de relajación,
alguna actividad que nos ayude a disipar los nervios, como el
ejercicio. Pero sobre todo, lo fundamental, aconseja Díaz-Rubio es tener
un conocimiento exacto y profundo de lo que se va a decir.
Marta Bonilla Pardo
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